Por lo general, muchos de los jugadores de blackjack han pasado por la situación de pensar que otra persona de la mesa les está arruinando la experiencia de juego. A lo mejor dicha persona ha pedido carta cuando no se suponía que debía hacer otra cosa, y eso le ha quitado la oportunidad al siguiente jugador de obtener un 21. Si bien es cierto que esta situación parece muy frustrante a veces, ese pensamiento no es más que un mito.
También existen apostadores que creen que los malos jugadores de blackjack pueden favorecer a todos los demás en la mesa, haciendo que el crupier cometa errores como resultado. Una vez más, esto no es cierto y en este artículo develaremos todo lo que hay detrás de este mito.
En este artículo de PartyCasino, los jugadores también podrán encontrar una gran cantidad de información útil, además de muchos detalles sobre cómo lidiar con los malos jugadores de blackjack, el impacto que tienen en los torneos de blackjack y la psicología asociada a la situación.
Antes de comenzar a hablar sobre los mitos asociados a los jugadores inexpertos de blackjack nuevos, veamos algunos tips y señales comunes para identificarlos
Estos malos jugadores de blackjack, ¿realmente tienen un impacto negativo en el resultado de cada mano? En resumidas cuentas, la respuesta es no porque el resultado de cada carta individual depende de la suerte. Si bien podría perjudicar a los demás durante una mano, también es muy probable que el mal jugador de blackjack tome una carta que mejore la ronda para todos los demás.
La única forma en la que un mal jugador de blackjack podría tener un impacto negativo en el juego es si supiera de antemano que cartas que van a salir, y obviamente no pueden. Por eso, no hay ninguna forma en la que un jugador pueda sabotearle la partida a los demás jugadores de la mesa.
Para acabar de desmentir el mito de que los malos jugadores son los causantes de la mala suerte de los demás, debemos mencionar que el blackjack es un juego individual, no un esfuerzo de equipo. Cada jugador debe centrarse exclusivamente en sus acciones y no prejuzgar cómo los demás están jugando su mano.
Tal y como comentábamos, si los malos jugadores piden o no cartas cuando se supone que deben, el resto de las cartas subsiguientes en el mazo dependerá exclusivamente de la suerte, pero los jugadores pueden mejorar su juego con tan solo tomar las decisiones correctas. Cabe destacar que no hay posibilidad de que todos los jugadores de la mesa trabajen juntos para ganarle al crupier. Bueno, hay una excepción a esta regla, que implica a los contadores de cartas.
Resulta casi inevitable que los jugadores se encuentren en algún momento con alguien que no es muy bueno en el juego y esto se debe a muchas razones, pero muy a menudo se trata de jugadores totalmente novatos en el blackjack. En lugar de desesperarte, puedes ofrecerles consejos sobre qué hacer en el futuro y de esa forma mantener un ambiente agradable en la mesa.
No obstante, antes de dar cualquier consejo, los jugadores deberían comprobar que su juego es perfecto o, al menos, que está por encima del promedio. Es frecuente que las decisiones más raras, resulten correctas en términos matemáticos y de estrategia básica.
Un aspecto más de la psicología es que los malos jugadores de blackjack pueden distraer a los demás en la mesa. Si el resto de jugadores creen que este individuo les está haciendo perder constantemente, podrían sentirse incómodos y descuidar sus propias acciones, lo que puede llevarles a cometer errores en el juego de blackjack y a realizar jugadas que no son correctas.
Cuando se trata de torneos de blackjack y eventos similares, el impacto potencial de los malos jugadores suele ser menor. Esto se debe a que es poco probable que pasen a la siguiente ronda del torneo. Las personas que toman la decisión correcta en cada mano siempre deberían superar a los principiantes y a los malos jugadores, por lo que no hay mucho por qué preocuparse
Si un jugador malo no afecta a los demás en la mesa, ¿puede tener alguna influencia sobre el crupier? Hay quienes creen que los malos jugadores pueden tener un efecto positivo o negativo sobre la persona que reparte las cartas, pero en realidad no es así.
El motivo de esta afirmación es que el crupier no toma decisiones por sí mismo. Por ejemplo, muchos juegos de blackjack establecen que el crupier debe plantarse con 17 o más y pedir cuando tiene 16 o menos. Incluso si un mal jugador en la mesa tuviera algún tipo de efecto psicológico sobre el crupier, este no podría modificar sus acciones para cada mano, aunque lo quisiera.
Otro de los mitos relacionados con los crupieres es que quieren que todos en la mesa pierdan. En realidad, el crupier es un empleado del casino y para él es irrelevante si los jugadores ganan o no. De hecho, los jugadores ganadores suelen ayudar los crupieres al darles propina después de una mano ganadora. Los crupieres no tienen ningún plan oculto, ellos simplemente están ahí para organizar el juego, asegurarse de que se cumplen las reglas y entretener a los jugadores, en caso de que deseen charlar.
La presencia de un mal jugador de blackjack en la mesa puede influir en los demás de forma negativa desde un punto de vista psicológico. Con el tiempo, lo malo y lo bueno de su mano debería equilibrarse, según la probabilidad. Por eso, los jugadores tienen que buscar la manera de lidiar con los efectos psicológicos adversos de tener a un principiante o a un mal jugador de blackjack en la mesa.
Para poder sobrellevar toda esta situación, existen tres opciones que te ayudarán a evitar que un mal jugador de blackjack te afecte psicológicamente:
1. Permanecer en la mesa: algunos jugadores no se ven afectados por la presencia de malos jugadores como a otros. Hay un par de cosas que los jugadores pueden hacer para reducir los efectos psicológicos mientras permanecen en la mesa. Podría decirse que el método más efectivo es que los jugadores se recuerden a sí mismos, que las decisiones de los demás no afectan su juego a largo plazo. Solo se debe estar atento a si algún movimiento de un mal jugador ayuda a la mesa. En estas situaciones, los jugadores pueden sentirse agradecidos, no frustrados.
2. Tomarse un breve descanso: si un jugador se ha enfadado otra persona en la mesa, puede que sea el momento de levantarse y tomarse un breve descanso. Ir al bar a beber agua, apartarse y observar el desarrollo del partido o respirar hondo durante este tiempo puede ayudar a los jugadores a recuperar la calma.
3. Terminar la partida antes: a veces, las emociones nos pueden dominar y no podemos recuperar la calma. Ante esa situación puede ser beneficioso buscar otra mesa o cobrar sus fichas y dar por terminada la sesión. Aunque esto puede ser decepcionante, mantener el control en todo momento y disfrutar de cada sesión es de vital importancia.
Además de mantener la calma en la mesa, incluso cuando hay malos jugadores, hay otros métodos que se pueden poner a prueba. Estos se basan en la superación personal y en ignorar las acciones de los demás en la mesa con el fin de para centrarse más en el juego individual.
Según las matemáticas, La mejor forma de jugar al blackjack, se conoce como estrategia básica. Esta estrategia fue creada simulando cientos de miles de resultados, antes de decidir qué acciones daban a los jugadores la mayor probabilidad de tener éxito.
Si bien esta estrategia puede parecer increíblemente complicada, la mayoría puede aprenderla en un fin de semana. Se trata de memorizar una tabla en la que aparecen todas las combinaciones posibles de manos del jugador contra la carta descubierta del crupier.
Debido a que la estrategia básica muestra la acción óptima para cada mano, los jugadores también deben evitar escuchar a su instinto en momentos aleatorios. Aunque seguir una estrategia básica no garantiza la victoria, puede mejorar las posibilidades de que un jugador tenga éxito en una mano, claro, si se sigue a la perfección y con constancia.
Para resumir, el hecho de tener un mal jugador de blackjack en la mesa no acarrea consecuencias negativas para los demás jugadores. Todo es cuestión de suerte y, en algunos casos, el mal jugador puede llevarse una buena carta, mientras que otras veces puede ayudar a los demás.
La única forma en la un mal jugador que puede afectar a los jugadores es psicológicamente. Como consecuencia, los jugadores puede que cometan errores con sus manos, por lo que puede resultar crucial emplear una estrategia para hacer frente a estas situaciones.
En lugar de preocuparse por lo que hacen los demás en la mesa, los jugadores deberían centrarse en tomar mejores decisiones. Esto se puede conseguir memorizando una tabla de estrategia básica, que muestra la acción más óptima para cada mano, dependiendo de la carta que muestre el crupier.
Cabe señalar que, para sacar el máximo partido de la estrategia básica, es necesario seguirla de manera constante. Si bien a veces resulta tentador dejarse llevar por la intuición, esto puede ser perjudicial para el éxito a largo plazo.